lunes, 5 de noviembre de 2012

De nuevo, la vuelta





Hace tiempo que los viajes son para mí la razón principal para aguantar en un trabajo que me hastía y aliena, que me convierte en la persona que ni soy ni quiero ser. La monotonía del 95% de mi vida alimenta el 5% restante. Así pues, huir de la civilización tiene más sentido, con lo que no quiero huir de una para caer en otra. Ciudades, comodidades, civilización...ya tengo de eso a diario. Buscar la esencia de una persona es más natural que civilizado, más interior que exterior. Mis objetivos, para saber qué tipo de persona quiero ser no pueden pasar nunca por un museo, un trozo de asfalto o un edificio concreto. Pasan por una montaña, un lago, una isla remota, un fenómeno astronómico, un viaje largo en muchos medios de transporte. Pasan por hablar con la gente, con respirar el aire que me rodea y cerrar los ojos al cosmos. Pasan por abrirlos y sentir que soy pequeño, nimio, irrelevante. Disfrutar con un viaje en barco horrible, andar de madrugada por un sitio helado, subir un pico presa del miedo más atroz, disfrutar acojonado en la cima, y bajar a por una cerveza. Todo reside en las emociones. Los paisajes no se ven, se miran con los ojos cerrados, se escuchan.




Los viajes no consisten sólo ver sitios y devorar historias; consisten en hacer tú mismo tus historias. Para mí es algo personal, verme reflejado en lo que hago y lo que veo, vencer los miedos, e imbuirme de lo que me rodea. Si uno viaja y no siente nada, es que no ha planificado bien la ruta. Si tan sólo puedes decir que has estado o has visto tal cosa, entonces, has tirado el dinero. Las casi 4h de barco, tumbado en la cubierta con Javi, disfrutando como niños en la orilla del mar jugando con las olas, viendo cómo aparecían las mágicas luces polares, cómo se extendían y desaparecían...son impagables. Cuatro horas mirando el cielo, tan lejano, al lado de un amigo, en un sitio recóndito, con un frío que corta la respiración...cuatro horas para recordar que la vida está hecha para esos momentos. ¿Te has gastado mucho dinero? Me preguntarán algunos...Amigos, fuera de un burdel, las emociones no se miden en dinero.




No hay comentarios:

Publicar un comentario