A veces, el viento arrasa con todo, y, perdida toda esperanza, te resignas a seguir tu camino, ya con menos compañía. Queda siempre la esencia, el sonido, las imágenes. Puedes oir el saxo apretar, (con)mover cada célula de tu cuerpo. Puedes cerrar los ojos, sentir cada nota, sin saber de dónde viene. Sabes dónde te lleva. No necesitas más. Queda un motivo menos para sonreir. Queda un motivo menos para soñar que un mundo diferente es posible. Un mundo bueno. Ese mundo al que Él haya ido, convertido en partículas, en ondas, para alegrar al que creyera...en el rock and roll.
"Clarence lived a wonderful life. He carried within him a love of people that made them love him. He created a wondrous and extended family. He loved the saxophone, loved our fans and gave everything he had every night he stepped on stage. His loss is immeasurable and we are honored and thankful to have known him and had the opportunity to stand beside him for nearly forty years. He was my great friend, my partner, and with Clarence at my side, my band and I were able to tell a story far deeper than those simply contained in our music. His life, his memory, and his love will live on in that story and in our band."
Se aproxima el verano, y, por fin, la montaña. Ese sitio en el que vas a sufrir cada metro que le ganas a la naturaleza, a sudarlo, y que incluso en el masificado verano, sigue siendo la paz que durante el año no encuentras. Diversos planes, grandiosos todos, han ido cayendo desde la altura de su objetivo. Kilimanjaro, MontBlanc, Elbrus, Chimborazo...posibilidades todas que ya, esperarán a otra época. Kili en Otoño-Invierno; Montblanc quizá el verano que viene cuando tengamos el curso de Alpinismo completado; Elbrus quién sabe...
No por no tener visos de expedición, el viaje que nos planteamos es menos interesante. Recorreremos muchos kilómetros en coche para ir desde Madrid a los Pirineos, y de ahí, a los Alpes.
El plan es sencillo: Monte Perdido y Aneto en los Pirineos para llegar "aclimatados" a Francia,y acortar así el viaje al dividirlo en etapas. De ahí a hacer los 4miles que podamos con nuestra experiencia. La idea es hacer alguno facilito como el Breithorn, sin usar el teleférico que te deja en el KleinMatterhorn y a sólo 2h de la cima. No somos tan domingueros. Luego algún otro como el Allalinhorn o vaya usté a saber...
Un viaje a nuestra bola, intentando huir del pacharán post bajada, lo que nos impide hacer la siguiente subida...Veremos qué objetivos conseguimos.
Las contraposiciones que se presentan en nuestro Universo, no distan mucho de las que, por ser parte de él, nos afectan en nuestro devenir. Así, siempre hemos supuesto que nosotros, por demostraciones varias, somos la materia, el Universo…lo normal, mientras que lo que desconocemos, es la antimateria, el antiUniverso…lo paranormal. Las reacciones, decisiones, los pensamientos, las acciones o los caminos que elegimos, son nuestra parte normal, habitual, material; mientras que lo que nos dicen, u otros hacen, o aquello que nos rodea y que no entendemos, forma parte de lo antimaterial, desconocido y anormal. Sería el antiUniverso, con sus propias leyes, tan alejadas de las nuestras.
Así, en el fondo, cuando uno se siente perdido, y no encuentra un camino claro, el de los demás le resulta ajeno también, o, al menos, no sabe cómo dar unos pasos similares, podemos decir que pertenecemos a ese antiUniverso, y no seríamos pues materia, sino antimateria. La vida, que tan desconcertante es a veces, plagada de crestas y valles, sinusoidal, no debe ser tomada como parte conocida, ni material. Se ha demostrado que estamos hechos de protones y electrones, de muchas cosas, materiales todas. Pero la parte cerebral, el inconsciente, los sentimientos, los principios…esa parte de nosotros nada plausible, debe estar formada por antipartículas, haciéndonos ser antimateria, con coraza material. Entre ambas partes, vacío, campos magnéticos que impidan el contacto que nos destruiría. El cuerpo, un soporte material vinculado al flujo energético de la antimateria que contiene. Contradicciones.
Podemos hacer mil teorías acerca del funcionamiento del cerebro, cuya función conocemos realmente en un porcentaje mínimo. Y nunca conseguiremos nada, mientras no sepamos claramente su naturaleza. Si buscamos en él con aparatos, conceptos, teorías y prejuicios materiales, nunca sabremos por qué nuestras neuronas antimateriales son más poderosas que las células materiales de nuestra piel, de nuestro corazón, de nuestro yo. Quizá, empleando la Física de partículas aplicada a las antipartículas, podamos pues saber qué hacer, qué decir, o qué camino escoger. Sólo sabiendo mi antiYo, podré saber quién soy o qué puedo ser. Por eso no creo en el psicoanálisis. Freud se olvidó esta pequeña parte de nosotros:
El Ello; el Yo; el SuperYo…y el AntiYo…
Uno, tan alejado de la realidad en la que creía vivir, se sumerge en la antirrealidad que le rodea. Y así, sin más, se echa a dormir. Fase anti-REM: ojos cerrados con el cerebro despierto. El AntiYo no duerme, anhela, confinado, en un mundo que no le comprende. Y eso, es recíproco.
El otro día nos hemos despertado con una gran noticia…para la ciencia, claro. El CERN, ese sitio en Ginebra (sin tónica) que no sirve para nada…hasta que sirve, han conseguido almacenar antimateria durante 16 minutos!!! Todo un logro. Diréis que para qué…hombre, pues teniendo en cuenta que los cálculos decían que con 10 miligramos de antimateria, una nave puede llegar a Marte…podría ser suficientemente interesante como para intentar encontrarla. Veamos primero qué es, porque dicho así suena raro. La materia es lo que conocemos todos, formada por partículas como el electrón, o el protón, por ejemplo. Si en lugar de un electrón con su carga negativa, lo tenemos con carga positiva, lo llamamos positrón, y entonces es una antipartícula. Es decir, la antimateria es la extensión de la materia formada por antipartículas. Fácil no? Pues así en papel sí, en la naturaleza…ya no tanto. Una de las cosas maravillosas de la física es que puedes saber con certeza que algo existe, pero sin haberlo visto nunca. Es una fe científica. Sustentada por ecuaciones, no como otras cosillas de por ahí (sin comentarios). Matemáticamente demuestras que algo existe, aunque no sepas cómo coño encontrarlo. Bueno, para eso, a parte de para alguna otra cosilla más (como el bosón de Higgs) se inventó el CERN, ese laboratorio de física de partículas, conocido porque tiene una especie de anillo gigante bajo tierra sólo para que unos pocos freaks lancen partículas a la velocidad de la luz (casi) para que choquen. Como tirar huevos por la ventana a ver si das a alguien y ver qué pasa…Pero a la velocidad de la luz…
Lo de la antimateria es curioso, porque es jorobadillo almacenarla, ya que al contacto con la materia…se aniquila, dando lugar a cantidades muy grandes de energía pura en varias formas como rayos gamma y otros pares partícula-antipartícula. A ver qué haces tú si enganchas un positrón…porque hay que tener cuidadito con dónde lo pones. Como toque un electrón te quedas sin ambas y encima te explota…!!!! Así que se almacena con campos magnéticos, como en las pelis de XMen a Magneto…confinado. Pero bueno, eso importa poco ahora. La antimateria y la materia han existido siempre, sólo que no se sabía dónde demonios estaba la antimateria, porque parecía que en el Big Bang había la misma cantidad de una que de otra. Así que es normal preguntarse ¿qué ha pasado con ella? Porque nuestro Universo está formado principalmente por materia. Hale, a buscarla con una buena lupa, porque a ver dónde se metió…
Para humanizar un poco el tema este de partículas y antipartículas, y para que no se piense que en el CERN se dedican a hacer el tonto, hay que decir que las antipartículas ya tienen usos reales, médicos concretamente. Se ha demostrado que los antiprotones son más eficaces, hasta 4 veces, que los protones para bombardear ciertos tumores, y hay tomografías por emisión de positrones. ¿De verdad seguís pensando que la física y la investigación subatómica no sirven para nada?
Y aquí una de las cuestiones principales de la antimateria. Si la materia está regida por la gravedad, y sometida a ella, entonces tiene que haber algo parecido: la antigravedad. La manera de saber si algo en movimiento está afectado por la gravedad, es ver si su trayectoria se curva al pasar por la cercanía de un objeto masivo. En este caso, las antipartículas, se mueven a la velocidad de la luz, con lo que la trayectoria que siguen se curva tan poco que es imposible medirlo. Así pues, como no se sabe cómo se curvan, si como la materia o al revés, hay que suponer. La gracia de esto, es que si la curvatura fuera al revés de lo normal, como parece que tiene que ser lógico porque para eso es antimateria, ya no valdrían ni el principio de equivalencia ni, derivado de esto, la Teoría General de la Relatividad!!!! Toma ésa, muchacho… Einstein quizá, no era tan listo…más de uno disfrutaría un montón si no valiese ya esto…
Eso quizá pa otro día, aquí os dejo lo de la equivalencia:
En definitiva, todos tenemos nuestro anti-yo, sólo que no sabemos dónde. Quizá sea mejor a fin de cuentas, pues no merece la pena tocarlo y aniquilarte. Al final, la soltería, tan denostada, es nuestra salvación. Por mucho que le pese a alguno, es cuestión de vida o muerte. Cada uno tiene su Universo. O su Anti-Universo.
En nuestro Universo, al menos en uno de ellos, el desconocimiento se reparte por igual en los confines del mismo, como en nuestro “barrio” estelar. La Ciencia del día a día es generalmente despreciada, pero el cosmos, las estrellas, lo abismal, el vacío, su silencio, su voluptuosidad, su memoria…conceptos parte de nuestros miedos y nuestros anhelos…eso sí llama la atención. Todo lo que queremos saber está ahí esperando a que nuestra mente sea capaz de asimilarlo. Esperando a que seamos lo suficientemente listo o ingeniosos. Todo lo grande e incomprensible nos da miedo, nos hace recurrir a explicaciones metafísicas, a inventarnos seres todopoderosos que nos protegen. En definitiva, a crear un mundo paralelo en el que sabemos explicar las cosas que ocurren. Pero, antes de crear un Universo nuevo, comprendamos mejor el nuestro. Es el que nos toca de cerca, el que nos ve nacer. Y morir. Como una estrella.
Uno de esos enigmas, de los muchos que hay, acaba de presentarse observando uno de los objetos más grandes y cercanos que tenemos, y que creíamos conocer. Nuestro Sol. De sobra es sabido qué es el Sol: una bola inmensa de plasma (como las teles, pero redonda) que, mientras tenga un núcleo activo, será estable, esférico y nos pondrá morenitos en verano. Es el eje de nuestra vida. Lo que nos permite existir calentando nuestro planeta (cada día más), facilitando que las plantas nos oxigenen y dándonos multitud de recursos. Nuestra vida está ligada a la suya. Si Él se apaga, nosotros también. Quizá por eso hay mucha gente observando, mitad curiosos, mitad temerosos.
En el Sol, entre otros fenómenos, hay lo que se denomina “erupción solar”.Una erupción solar no es más que la expulsión de materia solar al espacio debido a una violenta explosión. Los iones, protones, electrones de partículas más pesadas se calientan de manera terrible, siendo expulsadas a velocidades cercanas a la de la luz. Y eso, sin ciencia ficción, casi a diario. Bueno, no tanto, que la actividad solar es cíclica. Se da en ciclos de 11 años, y la frecuencia de estos fenómenos está íntimamente ligada a la actividad solar, igual que el número de manchas. Las explosiones, erupciones y demás eyecciones de masa, se producen por efectos del magnetismo. El plasma sigue las líneas de campo magnéticas – así como cuando en el colegio tu profesor ponía un imán debajo de un papel lleno de limaduras de hierro, y las veías reordenarse siguiendo el campo – y a veces se producen reordenaciones de ese campo. Cuando se acercan dos campos magnéticos contrarios, estas líneas se reajustan, y curvan, hasta que se rompen, eyectando materia en forma de explosión. Hasta ahí, todo más o menos sencillo. Pero este caso es particularmente singular, pues se dan dos cosas desconcertantes. Por un lado, se descubre que se han expulsado materiales fríos, lo que no es normal Fríos relativamente, que si no te das protección 15000, te achicharras. Pero más fríos de lo esperado en una explosión de materia solar. Por otro lado, parte de la materia desligada, ha vuelto a interaccionar con el Sol volviendo a caer, siendo engullida de nuevo. Parece raro.
Podría pensarse que los materiales fríos pertenecen a alguna mancha solar, pues no son más que zonas más frías del Sol. Y encima tienen más actividad magnética. Pero dudo que fuera pues una rareza, ya que las explosiones están ligadas a la actividad magnética. Se deberían haber visto más cosas así. Quizá pueda deberse a que el plasma se calentara aún más de lo habitual, con lo que al explotar, algunas de las partículas perdieron temperatura rápidamente. En cuanto a que la materia caiga de nuevo…amigo, tiene una pinta no muy normal. Si hay una explosión en la que las partículas son aceleradas a casi la velocidad de la luz, parece poco improbable que la fuerza de la gravedad atraiga a una parte de ellas. Como que no es una fuerza muy grande comparado con la aceleración que adquieren las partículas. Quizá, si mi teoría del enfriamiento fuera cierta, ayudaría aquí. Es decir, si la explosión es tan violenta que algunas partículas salen despedidas en dirección contraria y se enfrían antes, esto haga que pierdan velocidad y así poner más facilidades para que la gravedad las lleve de vuelta a casa.
¿Alguien tiene alguna idea?
Mientras debatimos qué ha pasado y por qué, el Sol, nuestro Sol, estará riendo en su silencioso crepitar, vagando por el espacio tiempo. Seguro que piensa: esta gente, tan preocupada por la radiación de fondo y su origen, por las cosas tan lejanas e inabordables, se ha olvidado que yo, su Rey, aún puedo sorprenderles. Puedo verle sonreír cuando desaparece tras nuestro horizonte, como el de sucesos.
Ante la pequeñez del ser humano, la enormidad del Universo, su ciencia, su poder. Su rabia. Las partículas se ionizan, violentas, y reaccionan. Un pulso electromagnético. Y de repente, se hace la luz. Muchos se sobrecogen y tiemblan; otros, también.
Un rayo no es más que una descarga eléctrica, que, al pasar por el aire ioniza sus partículas emitiendo luz. Y ruido. Mucho ruido. Cuando una nube (cumulonimbo) alcanza una determinada zona de la atmósfera, sus cargas positivas atraen las negativas y ¡zas! A reaccionar. Podemos hacer símiles, pero luego dicen que siempre hablo de mujeres, y esto es ciencia. Y naturaleza. Y miedo.
Siempre nos dicen que la materia es neutra, que no tiene carga eléctrica. Así, las cosas son civilizadas, todo equilibrado, estable. El problema es cuando ese equilibrio se altera, por el motivo que sea. Como cuando un gremlin se pega un duchazo. Todo estalla. Aquí, una pequeña perturbación del medio tenso, desemboca en una explosión. Hay muchas situaciones así, en la Tierra, alejadas de la Naturaleza. Puede ser que en un cubo con dos substancias químicas reactivas, una de ellas deshaga la pared que las separa…y explote la mezcla. Si ponemos un chico y una chica, de frente, ese desequilibrio es cuando ella roza intencionada pero descuidadamente su brazo y él, se precipita desbordado. Puede ser cualquier otra alteración. Una chispa en una nube de gas. La materia es neutra. Pero nosotros reaccionamos, interaccionamos. Saltan chispas, intercambiamos electrones libres, se nos erizan los pelos del brazo. Nos ionizamos. A veces nos fusionamos. O no. Física. Miedo. Energía. A veces, todo ello.
Si a este fenómeno de reacciones violentas le sumamos el soporte físico que proporciona un volcán en erupción, digamos que la puesta en escena es más que memorable. A fin de cuentas, una nube de cenizas, no es más que una nube. De cenizas. Si sus partículas por el efecto de la temperatura, se ionizan e interaccionan (hay algún símil para esto, pero huelga decirlo), también hay rayos y centellas. ¿Qué debe pensar un pobre lugareño chileno, con su sombrero de paja, apoyado en su rastrillo, viendo semejante espectáculo? Seguro que no piensa en los iones, en las reacciones, ni en la energía. Probablemente no se dé cuenta de que hay situaciones a escala parecidas a esta. Sólo se verá a él, en la inmensidad de la naturaleza. Sintiéndose pequeño. Y lo teme, porque hay rayos en el polvo, lo mismo de lo que estamos hechos. Y el polvo se enciende…y luego se apaga. Y sin que nuestros temores e insignificancia importen lo más mínimo, la tormenta se desata.
Oh oh, come take my hand
We're riding out tonight to case the promised land
Oh oh oh oh, Thunder Road
Oh, Thunder Road, oh, Thunder Road
Lying out there like a killer in the sun
Hey, I know it's late, we can make it if we run
Oh oh oh oh, Thunder Road
Sit tight, take hold, Thunder Road
(Bruce)
Si eres JP, también tienes algo que decir: http://ulises26.blogspot.com/2011/06/tormenta-que-se-muerde-la-cola.html
Los sentimientos, las emociones, son a veces tan esquivos, como otras, inesperados. Pueden ir ligados a demasiadas cosas, que generalmente no controlas. En mi caso, como en tantos, van ligados a la música. De nuevo la Física. De nuevo una onda y yo, su partícula. De nuevo cierras los ojos y viajas acompasado, resonante. En el mismo estado de vibración, de una parte su música; de la otra, tú. Una sucesión de cuerdas pulsadas, pellizcadas, arrancando los sonidos que te estremecen. Y recorres el trazado ondulatorio por las crestas y los valles. Una longitud de onda, dos, tres…y todo cambia de nuevo. Otra frecuencia, pero siempre en resonancia contigo.
Un guitarrista no es mejor por ser un virtuoso y por su agilidad. Es mejor cuanto más consigue encontrar tu frecuencia de resonancia, removerte. Cuando consigue que tú seas la partícula de sus ondas. Así, en ese viaje, te preguntas por qué la gente sigue pensando que la Física es una ciencia fría, despojada de lo humano, cuando en realidad, puede pintar en un papel cada punto exacto de tus emociones.
Te das cuenta que un estudiante de literatura inglesa puede dominar el mundo ondulatorio, controlar la incertidumbre, el espacio y el tiempo. Pero la física es una ciencia inabordable. Un tipo sencillo, que probablemente nada sabe de Schrödinger o Minkowski, de De Broglie y su dualidad.
La física es de quién cree en ella, no del que la estudia. A veces, sólo basta sentir para comprender. A veces, no hay más que poner “Why Worry” o “Where do you think you’re going”. Otras, necesitas “Tunnel of Love”. Qué más da. Quizá, baste con encender el tocadiscos y dejar que suene la física, y tu habitación se llene de ondas justo en la frecuencia adecuada. La que te resuene y me conmueva.
El Boss lo dice cuando toca algo que le pide el público…By Request…
Explicar lo que es un punto de Lagrange es más o menos sencillo si no se entra en pormenores. Ni qué decir tiene que tampoco entraré en pormayores…
En definitiva, no es más que un punto de cierta estabilidad, de cierta quietud en el espacio-tiempo entre dos cuerpos con masa. Es más fácil verlo en un caso concreto, como el nuestro: tenemos dos cuerpos, la Tierra y La Luna. Entre ellos hay fuerzas gravitatorias de uno con el otro, y del otro con el uno. Se demuestra que en el problema de los dos cuerpos hay un total de 5 puntos en los que puedes colocar un cacharro y que esté “estacionario”, al menos respecto de los dos cuerpos mayores. No caería hacia uno, ni hacia otro. Los satélites están en órbitas de ese tipo, y podían colocar alguno en los puntos L.
Bien, dicho esto, aplicado a la cotidianeidad, puedes verlo como el problema de los dos cuerpos…o de los 3, si eres tú el que está en el punto de Lagrange tranquilamente. Tu vida, toda, tiene un devenir más o menos estable, con lo que puedes sentarte en tu punto L a leer unos versos de Baudelaire, por ejemplo, Le Chat. Recostado, eres un ente animado, quizá des-animado por la rutina, por la desidia. Estás en un refugio cósmico, y puedes demostrarlo con ecuaciones!! Estás rodeado de cuerpos con su propia masa que ejercen su atracción contigo, tirando cada uno de un brazo. Mientras todos esos cuerpos tiren más o menos con la misma fuerza, chico, tú te quedas quietecito, como si no hicieran nada, como si fuesen irrelevantes. El mundo gira, y tú con él, pero sin afectarte mucho. Tú con tu silencio, con tu estabilidad.
Pero (siempre tiene que haber un pero), ¿qué pasaría si hubiera una perturbación en tu sistema? ¿Qué pasaría si hay un desequilibrio en las fuerzas que te dan la estabilidad? ¿Hacia dónde caes?
El problema se dificulta si en lugar de dos cuerpos, intervienen tres. Podemos hacer una aproximación al resultado obteniendo la respuesta para el caso de N=1, y luego extrapolar para N → ∞.
La toma de decisiones es quizá de las cosas más difíciles y complejas que hacemos a lo largo de la vida. Puede que si hay un desequilibrio, que si una fuerza tira más que otra, no haya mucho que decidir, y simplemente tengamos que abandonarnos a las ecuaciones. No vale la excusa típica: “yo…es que soy de letras”.
A veces, el viento arrasa con todo, y, perdida toda esperanza, te resignas a seguir tu camino, ya con menos compañía. Queda siempre la esencia, el sonido, las imágenes. Puedes oir el saxo apretar, (con)mover cada célula de tu cuerpo. Puedes cerrar los ojos, sentir cada nota, sin saber de dónde viene. Sabes dónde te lleva. No necesitas más. Queda un motivo menos para sonreir. Queda un motivo menos para soñar que un mundo diferente es posible. Un mundo bueno. Ese mundo al que Él haya ido, convertido en partículas, en ondas, para alegrar al que creyera...en el rock and roll.
