jueves, 6 de octubre de 2011

Ciao Steve


Hay muy pocas personas que merezcan ser consideradas genios. Y no es por lo que hacen, sino por lo que consiguen hacerte sentir con ello. Nos despojamos de la relevancia o la utilidad de lo que hace esa gente, porque no su trascendencia motiva lo que te hacen sentir. Unos es con la música, otros con el cine, otros con un libro, y éste, con mil cachivaches que nunca creías que ibas a necesitar y han acabado por ser parte de tu vida. Todos tenemos un pequeño espacio, sea en el corazón, o en el alma, dedicado a personas que no conocemos ni conoceremos nunca. Eso no impide que cuando una de esas personas se va, parte de ese espacio que tienes, muera con ella. Así, vas acumulando admiraciones en un espacio durante toda tu vida, para que, sin avisarte, y sin considerar que lo tienes ahí, vaya uno y se muera, marchitándote un poquito más. Si cabe. Mientras, la chusma, no muere nunca. Quizá sea una estrategia de la Naturaleza para recordar más aún a los pocos que merecen la pena, frente a la panda de anormales que siempre se queda por aquí.

4 comentarios:

  1. míralo así: dado el escaso número de puestos que el mundo concede a la inteligencia como factor de éxito... hay una vacante :)

    ResponderEliminar
  2. Lamentablemente tengo una única cosa en común con él: I've never graduated on College... :P

    ResponderEliminar
  3. tienes algo por lo que él mataría -más días para intentar cosas :)

    ResponderEliminar
  4. Eso es obvio...en ello estoy. Sólo m queda concretar :)

    ResponderEliminar