jueves, 26 de mayo de 2011

Universos Paralelos en la Medianoche de París



Suenan las campanas por la medianoche. Ves aparecer un coche algo antiguo, pero bueno, siempre hay alguien que tiene uno así. Menos normal es que, sin conocerte de nada, sus ocupantes te inviten a entrar y a ir a una fiesta. Una fiesta de disfraces, dices para tus adentros…desentonaré un poco, pero ya nos apañaremos. Total, he bebido bastante vino, algo se me ocurrirá. Al rato, tras encontrarte en la fiesta con personajes que sabes que conoces, pero que no son coetáneos tuyos, empiezas a pensar: amigo, aquí hay algo raro.

¿Qué probabilidades hay de que aparezca un coche justo con el tipo de gente que tú querías encontrarte, y que te lleven justo al mundo en el que tú querrías vivir? ¿Cómo es posible que sin experimentar ningún tipo de salto, de vacío, de aceleración atraviese el espacio-tiempo hacia atrás? ¿Por qué todo el mundo aparece en su mundo como eran, y yo irrumpo en él tal como soy en el mío? ¿No debería haberme cambiado algo?

Vamos a olvidarnos de las probabilidades del coche y de la gente que iba dentro. Dejemos el tema en que si deseas algo fuertemente, aunque sea de manera inconsciente haces todo lo posible por tenerlo o conseguirlo. Despreciemos la variable “coño, que son de hace 90 años”. Importa el concepto: uno tiene lo que intenta conseguir. Al menos, con mayor facilidad que lo que no intenta. No existe la casualidad, sino la causalidad.

Vayamos directamente a como Woody Allen aparece junto a Cole Porter, con el único cambio de aparecer en forma de Owen Wilson. Nimiedades. Además, la historia ya empezó así, con lo que no es consecuencia del viaje. Pensemos en el concepto de tiempo, para saber si es posible desplazarse a su antojo por él. Para empezar, el tiempo no existe como tal. Es un cuarteto, no de cuerda, aunque sí con cuerdas (perdón por el chiste excesivamente freak), en el que aparece ligado indisolublemente a las 3 dimensiones espaciales. Sí, ya sé que hay más, pero están enrolladas y no me ayudan nada en la explicación. Al menos por ahora. Son 3D más el tiempo. Esta cosa enrevesada se la debemos a un tipo muy majete, Minkowski. Por otro lado, este conjunto espaciotemporal, no existe sin más, sino que se va creando conforme el Universo se expande. Desde mi punto de vista, no podríamos ya viajar al futuro porque el conjunto espaciotemporal no existe aún. Pero eso es otro tema, que igual se solucionaba con los Universos paralelos. Vayamos al pasado, que es más sencillo. Bien, uno piensa “genial, al pasado vamos”. Pero, ¿qué implica esto? Intervienen conceptos como Energía, Entropía, Expansión, Corrimiento al Rojo, Universos Paralelos…

La Entropía, como he descrito en anteriores posts, es una cosa intangible que te dice el grado de desorden de nuestro Universo (en particular). La Termodinámica dice que la entropía de un sistema siempre aumenta como resultado global de los procesos que en él se producen. Es decir, el espacio-tiempo va íntimamente ligado a esto, produciendo la flecha de evolución temporal conforme el Universo se expande. En resumen, avanzar en el tiempo (al ritmo normal) hace que la entropía aumente. ¿Cómo rompemos este concepto de aumento, si para volver atrás hay que violar un principio fundamental? No podemos, salvo que consideremos los Universos paralelos, y aún así, tengo mis dudas. Podemos suponer que el conjunto de Universos que tenemos son como hojas de lasaña onduladas, flotando en una olla con agua caliente. Cada lasaña es un Universo completito, con sus planetas en sus galaxias, sus agujeros negros y demás cosillas cósmicas. En el Sistema Solar pertinente, con la oportuna Tierra y sus habitantes, estamos nosotros. Nuestro tiempo y nuestro espacio. Yo, voy a aventurarme a suponer que el pasado se almacena, y queda registrado en otra lasaña flotante en la olla. Un salto entre placas de lasaña quizá deje tranquila la entropía, ya que pasamos de un sistema a otro mediante una singularidad (sí, donde no pueden aplicarse las leyes conocidas). Es decir, el coche. Suponemos que el coche es nuestra singularidad (en nuestra olla, tiene que ser un tenedor), y conseguimos alcanzar el Universo en el que se almacena el pasado concreto que queremos. Ahí tenemos a Cole Porter y, sobre todo, a Marion Cotillard. ¿No merece la pena aventurarse a saltar de Universo si podemos sentarnos en un banco, en silencio, y que Ella se apoye en tu hombro cerrando los ojos?Puede que las singularidades y todas las suposiciones en que la Física se basa, al fin, merezcan la pena, y tengamos algo tangible en nuestros brazos. Quizá los sueños, antaño tan alejados de la Física real, tengan un punto en común. No hay más que suponer algo medianamente cierto y saltar de Universo. Yo elijo el de Adriana (Marion). ¿Tú?

Cierra los ojos, y agarra tu singularidad. Quizá falles, y no consigas quedarte en el Universo paralelo con el tiempo pasado. ¿Y si, cuando vuelves a tu placa de lasaña, Ella, saltó al Universo moderno convertida en vendedora de nostalgia? Ya, cómo va a imaginar algo que su cerebro no tiene almacenado…

Quizá ahí resida su singularidad.



PD. Aquí,la versión Oficial, de JP:

http://ulises26.blogspot.com/2011/05/almacen-de-la-tienda-de-la-nostalgia.html

7 comentarios:

  1. Como ocurre en teología, donde el ingrediente "dios" altera la ecuación sin participar del resto de elementos que la componen y razonan, la idea de singularidad suena a ese coche que se detiene para llevarte a otra era. Si aspiramos a entenderlo, el prodigio es aún más interesante: ¿cambia la luz de las farolas en ese instante? ¿los edificios rejuvenecen un siglo? ¿también los coches que vienen detrás? Y sobre todo, ¿todo esto ocurre cuando el coche aparece o solo si Wilson se sube en él? Si pone un pie dentro, ¿cambia la mitad de la realidad? Si se limita a hablar con el conductor pero mira hacia otro lado, ¿cambia algo o solo se desdibuja la calle en la que está?... Eché en falta, por el juego que hubiera dado, a la abuela de Owen Wilson en una de esas fiestas… quizá Allen la desechó por aquello que dices en tu comentario a mi entrada: si logras una singularidad –trabajar con mujeres jóvenes y bellas- a qué retroceder…

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  2. Podría haber dado más juego, pero si sale la abuela, parecería Regreso al Futuro...jeje

    Por otro lado, el coche lo es todo, pero no dentro. El mero hecho de verlo te condiciona. Es como si con un gancho tirara del otro Universo, estirándolo. Recuerda que el detective acaba con Luis XVI (o era XIV??) y no se sube. Sólo le sigue...

    Lo que parece claro es que no te lleva a una época, sino a la que te gusta. Por eso el detective caba en otro sitio. Es decir, tú gobiernas tu Universo mediante decisiones, lo q determina qué es de ti.

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  3. cierto.
    singularidad a medida. aún más... científico :P

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  4. Sólo una cosa no me queda clara: el vehículo. En teoría, aparece el coche de la época a la que te gustaría ir. Para Gil, el coche de los años 20. Para Adraiana, el coche de caballos de la Belle Epoque. Pero el detective aparece en el palacio de Luis XVI siguiendo un coche de los años 20. Es una nueva singularidad la suya...

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  5. sí, la suya... no tiene pies y menos aún, cabeza :P

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  6. ... tendré que ver el nuevo film del señor Allen.

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