lunes, 19 de septiembre de 2011

Lentes gravitatorias


Vivimos en un mundo difuso, bien porque miras atrás y los recuerdos se han perdido, bien porque miras hacia delante y no consigues enfocar bien. Para ambas nebulosas, globulares o abiertas, carecemos de instrumentos ópticos que junten todos los rayos en un haz coherente. Estamos en un punto como inmóviles en nuestro pequeño universo, dentro del Universo. Una mayúscula que es determinante. Un punto focalizado, con visión perfecta, pero demasiado pequeño. Una luz corta en la inmensa negrura del cielo. Una luz que alumbra tus pies, pero no el camino. Cuando intentas dar las largas, rebota deslumbrándote como si hubiera niebla baja, una noche cualquiera. Supongo que, como parece en la carretera, quizá sea mejor ver tus pies, que no ver nada; tener un punto claro en medio de la maraña. Necesitamos una lente gravitatoria interna. Una lente que permita ver aquello que está detrás, esperando que mires hacia allá. Estás, eres. Aunque no sepas nada más. Sólo una cosa: la nebulosa, siempre va contigo, fiel compañera desenfocada. Y tú, te has acostumbrado a no ver nada.

2 comentarios:

  1. confía que el día menos pensado, empiezas a ver con claridad. es más, creo que ese pequeño universo, empieza a tomar una forma propia y nítida. siempre hay días nublados y noches confusas :P

    ResponderEliminar
  2. Si me consigues una lente gravitatoria mental...igual te creo. Mientras tanto...niebla :)

    ResponderEliminar