martes, 19 de julio de 2011

Lejos de casa, importa la magnitud


Las distancias sólo cobran importancia cuando, provistas de un sistema de referencia, se comparan con el entorno en el que tienen sentido. Un ejemplo de multitud de magnitudes métricas la encontramos en la noticia del satélite que orbitará alrededor de Vesta, un asteroide del cinturón de ídems. A 188 millones de Km de casa, tenemos un cacho piedra que es como un planeta en pequeño, tanto que su diámetro es menor que la distancia que recorrí el viernes en moto: 530 Km. Una vez que llega allí, aprovechando la gravedad del pedrusco, el satélite lanzado por la NASA orbitará a 16.000 Km. ¡Cuántos órdenes de magnitud diferentes se manejan aquí! Por un lado tienes un cacharro de metal, de un par de metros de largo, dando vueltas alrededor de un cacharro rocoso de 530 Km. Pero entre ellos una enormidad de vacío (no tan vacío), y todo ese sistema, a tomar por saco de aquí. Todo para sacar unas fotos que creen que ayudará con la historia del Sistema Solar. Parece que no lo tienen claro. Imagino la cara, tras “n” años de espera para que el cacharrico llegue allí, cuando haga una foto chula y digan aquí…”Manolo, esto no vale. Manda el cacharro a otra parte.” Curioso el espacio-tiempo, que aquí adquiere importancia cuando uno se juega la historia y los duros todos al mismo tiempo. Menos mal que no es una nave tripulada. De serlo, el piloto lanzaría una interjección que, dicho en Español, sonaría peor que en ruso.

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