jueves, 25 de agosto de 2011

La Carrera a la inversa


Antaño, si había gente que se caracterizaba por la seriedad con la que trabajaban y la fiabilidad que tenían lo cacharros que hacían, eran los rusos. De todos los programas espaciales mundiales, la denominada “Carrera Espacial” protagonizada por rusos y americanos fue lo único entretenido que hubo en la Guerra Fría. Mientras por detrás se dedicaban a inflar sus gruesos armamentísticos, just in case, por delante hacían cohetes, satélites, mandaban perros a dar vueltas por el espacio exterior y se iniciaba la conquista de la Luna (escépticos aparte). Los rusos han hecho siempre cacharros estupendos, cuya duración, mucho más de lo previsto, como la MIR, les puso a la vanguardia de la técnica aerospacial. Gente meticulosa, que, como tiene a bien emplear las unidades de medida del sistema internacional, no tienen la necesidad de confundir millas y kilómetros, con lo que no pierden naves así como así. La grandilocuencia americana, su capacidad arrolladora para comunicar y publicitar sus logros por nimios que sean, y su enorme ego, nunca han estado a la altura real de las circunstancias hasta que contrataron europeos. Ellos, que son capaces de estrellar naves en Marte por diferencia de cambio de unidades, y de pisar la Luna sin que la mitad del mundo les crea, o de crear naves en las que muere gente mientras lo dan por televisión, adelantaron a unos rusos que no creían que los americanos fueran a dejar de ser unos granjeros paletos. Con el vuelco en la carrera, y la necesidad global de ser amistosos, las agencias espaciales americana, rusa y europea se han dedicado a colaborar estrechamente, incluso de manera curiosa, como tras el desmantelamiento de los transbordadores espaciales. Ahora, sin naves en un futuro próximo, la única manera que tienen los americanos de alcanzar la ISS es alquilando naves rusas. Ruso-taxi para el espacio. Curioso. Para que luego digan que no es posible llevarse bien. Bien, dicho esto, y volviendo al contrasentido que quería reflejar, esta gente meticulosa, paciente, seria y científicamente superdotada, se ha dejado imbuir por el espíritu americano que, aprovechando la globalización, ha decidido amargar la vida a la agencia espacial rusa. Ahora, los que pierden naves son los rusos. Unas se estrellan, otras llegan a una órbita que no es adecuada, otros satélites no saben dónde los dejan…Ayer, el carguero que llevaba provisiones a la ISS, se estrelló en Siberia, la semana pasada perdieron un satélite por encontrar una órbita que no era la suya, y hace unos meses, perdieron 3 satélites que completarían su sistema de posicionamiento global, cayendo en el pacífico. El mundo al revés, lo dicho. Sólo falta que ahora que en EEUU empiecen a estudiar Historia del Mundo, en lugar de Historia de Alabama. De ésta se aprenden las capitales de los países europeos.

3 comentarios:

  1. ni sus respectivos ministros de economía deben estar la mitad de contentos de lo que ha de estarlo la comunidad alienígena a poco desarrollada que ande... humanos, cuanto más lejos, mejor.

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  2. ... "el mundo al revés" y lo has expresado con toda claridad. los rusos siempre han estado a la vanguardia. desde mi primera enciclopedia - allá por el año 89 - lo he tenido claro. totalmente de acuerdo contigo. de todas formas, sacaríamos algo positivo como dices, que usa empiece a estudiar historia del mundo.

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  3. Ahora que lo pienso mejor, casi prefiero que no sepa dónde estamos las personas normales...no sea que decidan aniquilarnos... :P

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