miércoles, 24 de agosto de 2011

Borrar las ecuaciones de la pizarra


Si un físico teórico se atasca, y mirando embobado su pizarrín, decide que no hay manera de seguir por ese camino, simplemente agarra la manga de su jersey de lana y la borra entera. Empieza de nuevo a plantear las hipótesis, las desarrolla, hace sus cálculos, y ve si llega a algo. Si no, vuelve a borrar la pizarra. Este bucle puede ser tan recurrente como se quiera, aliñado quizá por drogas, bebidas energéticas o quién sabe. Folios y folios en la destructora de papel; cientos de rotuladores vileda, y muchos jerseys llenos de tinta o tiza. Puedes tomarte el tiempo para detenerte, quedarte observando desde fuera, en tu sistema de referencia, mirando otro. Puedes, tachar, emborronar, limpiar, rehacer, pensar, desesperarte, calcular, despreciarte, o quererte, o no hacer nada. Tienes el tiempo necesario, y los instrumentos. Tienes un sistema de referencia aislado, ajeno, en el que poner tu culo y reflexionar. En aspectos más terrenales, con menos de N dimensiones, sin importarte los universos paralelos, o las dimensiones enrolladas, sin saber si la materia está hecha de partículas o de cuerdas. Si la gravedad tiene una onda y una partícula, si podemos recrear el big bang, si podemos encontrar nuevas partículas o no, o si podemos unificar todas nuestras teorías. En nuestro mundo alejado de las ecuaciones de onda, y de las probabilidades matemáticas, estamos sometidos a las probabilidades no cuantificables: meter la pata, elegir bien, tener arrestos, sentido común. Sujeto a esas leyes tan ambiguas, no podemos encontrar un camino. No podemos resetear la pizarra, ni apagar/encender. No podemos mirar desde fuera, sentados viendo la evolución, ni jugar al ajedrez con nosotros mismos, dando la vuelta al tablero para pensar otra nueva jugada. Aquí, en la vida sin papel ni boli, sin ecuaciones, no tenemos más remedio que dar un salto y esperar caer en una parte sólida del espacio, no en un gap entre paquetes y así perdernos en la miseria de la cuántica. Somos tan pequeños, que no podemos aplicarnos otra cosa.

1 comentario:

  1. oye! que a mí, aquí en lo terrenal, si me importan los universos paralelos! :P
    - creo que sin saberlo, todo ese conglomerado matemático del que eres experto no es ajeno ni está alejado del universo y la naturaleza que somos capaces de compreder a simple vista, si no que es el que lo impulsa y nos hace saltar ¿no?

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