jueves, 1 de mayo de 2014

Asistente Personal




Una de las ventajas de ser rico podría ser, sin ir más lejos, la de tener un asistente personal. Muchos le mandarían a hacer recados; o les llevaría su agenda; quizá atendiera las labores sociales por ellos o se encargara de llevarlo y traerlo. Te lleva los trajes y las corbatas a la tintorería, va a las tiendas a probarse las camisas por ti y te consigue la cita con la chica que quieres -ya te acuestas tú con ella, eso sí. Está para abrirte el coche y, sobre todo, para aparcártelo luego. ¿Pero nadie ha pensado que realmente un asistente personal debería servir única y exclusivamente para subirte las mangas del jersey cuando estás fregando los platos? He ahí una oportunidad de negocio.

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